DELINCUENTES CON SOTANAS
Quien comete un delito es un delincuente,
la pederastia es un delito,
luego quien comete delitos de pederatia es un delincuente y si tiene sotanas , UN DELINCUENTE CON SOTANAS.
Lógica pura.
Lo que faltaba por oir, lo ha dicho hoy el nuncio del papa en España (nuncio y papa con minus).
AUDIO DEL NUNCIO :
http://www.cadenaser.com/player.html?audioFile=20070718csrcsrsoc_1.Aes
Para este sujeto con sotanas, COMETER UN DELITO DE PEDERASTIA ES " TENER UN ACCIDENTE DE ESTE TIPO" , "TENER ESTE DEFECTO " Y TAMBIÉN DICE QUE INFORMAR EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOBRE LAS CONDENAS POR PEDERASTIA DE SACERDOTES ES "MALA INTENCIÓN".
ESTOY MUY PERO QUE MUY HARTA .
LA PEDERASTIA ES UN DELITO TIPIFICADO EN EL CÓDIGO PENAL , ASÍ QUE EL QUE COMETE ESTAS ABERRACIONES ES UN DELINCUENTE Y SI LLEVA SOTANAS : ES UN DELINCUENTE CON SOTANAS.
Humildemente me parece que es màs delito todavía abusar de menores ESCONDIENDOSE Y PROTEGIENDOSE CON LAS SOTANAS, Y ADEMÀS ABUSAR DE LOS MENORES MÀS INDEFENS@ S PORQUÉ ADEMÁS DE SER NIÑ@ S , SON MÁS POBRES .
ES ABSOLUTAMENTE REPUGNANTE
DECIRLE A MANUEL MONTEIRO , EL NUNCIO, QUE FUÍ BAUTIZADA CATÓLICA Y QUE ME AVERGÜENZO DE HABER PERTENECIDO A UNA IGLESIA QUE PROTEGE A PEDERASTRAS Y EN VEZ DE PEDIR PERDÓN PUBLICAMENTE Y EXPULSAR A TODOS ESOS DELINCUENTES DE LA IGLESIA , ARREMETE CONTRA LOS MEDIOS DE INFORMACIÓN QUE PUBLICAN LAS CONDENAS A LOS SACERDOTES DELINCUENTES.
AFORTUNADAMENTE CADA DÍA LA IGLESIA TIENE MÀS CRUDO SEGUIR METIENDO MIEDO.
AFORTUNADAMENTE YA NO LES SIRVE NI EL DEMONIO, NI EL INFIERNO PARA MANTENERNOS ASUSTADOS Y TENERNOS BAJO SU CONTROL.
OJALÁ CADA DÍA HAYA MÀS VALIENTES QUE SE ATREVAN A DENUNCIAR LAS VEJACIONES Y ABUSOS QUE HAN SUFRIDO, AUNQUE LOS DELINCUENTES SEAN SACERDOTES.
LA EMISORA DE LOS OBISPOS SIGUE GUARDANDO SILENCIO SOBRE LAS CONDENA A ROUCO Y OTROS SACERDOTES POR PEDERASTIA.
PERO ES LÓGICO.
LA JERARQUIA DE LA IGLESIA CATÓLICA TAMBIÉN GUARDÓ SILENCIO CUANDO HITLER Y SUS COMPLICES ASESINABAN A MÀS DE 10 MILLONES DE CIUDADAN@ S JUDIOS , REPUBLICANOS, MUSULMANES, GITANOS, ETC..
LA JERARQUIA DE LA IGLESIA TAMBIÉN GUARDÓ SILENCIO Y PASEÓ BAJO PALIO AL GENOCIDA FRANCISCO FRANCO Y A PINOCHET Y A VIDELA.
AFORTUNADAMENTE CON LA IGLESIA YA NO VAMOS A "TOPAR"
AFORTUNADAMENTE LA IGLESIA YA NO TIENE LA SANTA INQUISICIÓN AUNQUE BIEN QUE LO INTENTA, COMO EJEMPLO SU EMISORA DE RADIO DESDE LA QUE SE PPERSIGUE , SE INSULTA, SE MIENTE , SE MANIPULA CONTRA TODO EL QUE NO SIGUE AL PIE DE LA LETRA LO QUE LA JERARQUIA DE LA IGLESIA QUIERE IMPONER.
MIENTRAS QUE PROTEGE Y SILENCIA A LOS DELINCUENTES CON SOTANAS.
NORMAL QUE SEGÚN EL CIS , LA IGLESIA ES LA INSTITUCIÓN PEOR VALORADA POR L@ S ESPAÑOL@ S , LAS IGLESIAS ESTÁN CASI VACIAS Y LOS SEMINARIOS SE TIENEN QUE CERRAR POR FALTA DE VOCACIONES.
I N D I G N A D A E S T O Y !!!
DESDE LA EMISORA DE LOS OBISPOS SE DEDICAN A HACER ASPAVIENTOS POR UN ANUNCIO PUBLICITARIO, Y DICEN QUE ESE ANUNCIO ES UNA OFENSA A L@ S CATÓLIC@ S.
QUE CÍNICOS Y QUE MENTIROSOS Y QUE OPORTUNISTAS LOS ENERGÚMENOS QUE PAGA LA IGLESIA !
LO QUE VERDADERAMENTE OFENDE Y ATENTA CONTRA TODOS L@ S CATÓLIC@ S ES EL SILENCIO COMPLICE DE LOS DELITOS DE PEDERASTIA COMETIDOS POR SACERDOTES , DEL SILENCIO A LA CONDENA DE ROUCO POR EL MISMO MOTIVO, Y QUE LOS DELINCUENTES CON SOTANAS NO SEAN EXPULSADOS DE LA IGLESIA.
El nuncio acusa a los medios de ensañarse con los abusos sexuales de curas
Manuel Monteiro cree que el trato es "discriminatorio"
El nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, calificó hoy de "discriminatorio" el trato que la Iglesia católica recibe por parte de los medios de
comunicación, al ser preguntado por los casos de pederastia en la Archidiócesis de Los Angeles.
"En otras entidades una persona que ha tenido un accidente, que ha tenido ese defecto, se procura corregir. El obispo lo lleva, por otra parte, procurando ayudarle sin echarlo, y se hace una página entera, eso se llama discriminación", dijo Monteiro en Aranjuez (Madrid).El nuncio del Vaticano se refirió a estadísticas realizadas por organismos internacionales, según los cuales los casos de abusos sexuales en los que están implicados sacerdotes se sitúan en último lugar.Puntualizó que la mayoría de casos de abusos sexuales se producen, en primer lugar, "en la familia, en segundo en otras agencias y en último lugar con los sacerdotes".Sin embargo, reiteró, los casos de abusos sexuales en los que están implicados sacerdotes, "en ciertos medios de comunicación aparecen todos los días en primera página", incluso "casos que se han dado hace 30 o 40 años"."Uno puede preguntarse por qué la Iglesia debe de pagar y las otras entidades no deben de pagar", dijo Monteiro, quien añadió que "por más que uno quiera ser bueno, es discriminación. Uno va a encontrar los mismos casos casi todos los días, ahí se ve mala intención, digan lo que quieran".El nuncio apostólico en España realizó estas declaraciones en los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos de Aranjuez, donde participó en un curso para analizar la relación entre la inmigración y la Iglesia católica.
http://www.cadenaser.com/articulo/sociedad/nuncio/acusa/medios/ensanarse/abusos/
sexuales/curas/csrcsrpor/20070718csrcsrsoc_1/Tes/
El lider espiritual de acebes,el fundador de los legionarios de cristo, es el próximo sacerdote pederastra de la iglesia que va a ir a juicio por abusos sexuales.
EL VATICANO HA INTENTADO OCULTAR TODOS LOS CASOS DE PEDERASTIA DENTRO DE LA IGLESIA Y LAS VICTIMAS DE MACIEL TUVIERON QUE RECURRIR A LA CARTA ABIERTA A JUAN PABLO II
Carta abierta enviada al papa Juan Pablo II, en noviembre de 1997, por ocho ex miembros de los Legionarios de Cristo que acusan a su fundador, Marcial Maciel, de haber abusado sexualmente de ellos cuando eran adolescentes
A SU SANTIDAD JUAN PABLO II
Autor de la Carta Encíclica Veritatis Splendor. Ciudad del Vaticano Santo Padre, Es con voz de la Biblia y apoyados en el espíritu de la tradición cristiana como solamente deberíamos dirigirnos a Vos, para pedir justicia y que, como reza el título de Vuestra Carta Encíclica Homónima, el esplendor de la verdad se manifieste más allá de todo cálculo de interés humano. Acudimos a Vos recordando que el Concilio Menor de Sárdica, inmediato al Concilio Primero de Nicea, autoriza a cualquier cristiano para apelar directamente al Papa. Nos acercamos, pues, sin temor de no llegar a ser reconocidos u oídos, no obstante las cerradas barreras con que a veces el mismo Vicario de Cristo se ve cercado cuando es un grupo menor, sin poder político, económico, social o eclesiástico, el que intenta hacerse escuchar por encima de fuerzas establecidas de la naturaleza mencionada. El motivo de esta carta Quienes ahora Os escribimos somos varios hombres cristianos, doblemente víctimas en dos claras épocas de nuestra vida: primero durante nuestra adolescencia y juventud y, luego, en nuestra madurez, por parte de un sacerdote y religioso muy allegado a Vos, que repetidamente abusó, antaño, sexualmente y de otras maneras de nosotros, indefensos, lejos de nuestros padres o tutores, en países diversos y lejanos del nuestro, y que, al haber revelado nosotros la triste verdad de nuestra historia a dos periodistas norteamericanos de buena fe, el año pasado, y, habiendo él sabido por ellos nuestros nombres a través de abogados suyos (sin haber nosotros incoado demanda legal alguna), acudió o dio instrucciones para que antiguos compañeros nuestros, actualmente fuera de la congregación, de la que el sacerdote ofensor es fundador y todavía actual superior general, dieran falso testimonio contra nosotros diciendo, ante notario público, que, tiempo atrás, los habíamos instado a formar una conspiración contra él, y, a través de él, contra la Iglesia, para acusarlo faltando y haciéndolos faltar a la verdad. Tales personas, Santo Padre, laboran para la institución llamada Legión de Cristo, o han laborado cerca de ella, y jamás habíamos imaginado siquiera que pudieran tener el valor de manifestar la verdad; pero con ellas nunca habíamos tenido razón alguna de conflicto, desde que juntos cantábamos "... congregavit nos in unum Christi amor...". Somos un pequeño grupo de ex miembros de la Legión de Cristo los que, con pleno derecho, y ahora aún más en legítima defensa, nos decidimos a declarar la terrible y dolorosa verdad del oscuro mal oculto, casi desde la fundación de su institución, durante más de cuatro décadas, acerca de la encubierta conducta inmoral del mismo fundador y superior general de la Legión de Cristo, el Padre Marcial Maciel Degollado, en quien penosamente de alguna manera aún creíamos antes de descubrir que el caso de nuestro abuso particular no era aislado ni único, sino muy general, y que había sido envuelto en palabras engañosas, que nuestra poca edad entonces y la devoción y obediencia ciega que estábamos obligados a tenerle como padre y superior nos hicieron creer. ¿Por qué ahora? Nosotros, aun fuera ya de la institución, no habíamos podido superar psicológicamente una dolorosa prudencia y discreción autoimpuesta durante largos años. Pero, Santo Padre, fue precisamente la carta de apoyo y felicitación de V. S. dirigida al Padre Marcial Maciel Degollado, publicada el día 5 de diciembre de 1994 en los siete diarios más influyentes de la Ciudad de México, avalada por Vuestra propia firma y por la reproducción muy visible del mismo escudo de armas pontificio, en la cual V. S. encomiaba al Padre como "guía eficaz de la juventud" y como quien "ha querido poner a Cristo (...) como criterio, centro y modelo de toda su vida y labor sacerdotal...", la que nos movió a romper, finalmente, el pesado silencio y revelar la penosa verdad; pues nos indignó que un Vicario más de Cristo a lo largo de varias décadas pudiera seguir estando a tan grave extremo engañado. Y ahora nos ha movido a dirigiros esta carta abierta y también privadamente por medio de Vuestro nuevo nuncio en México, monseñor Justo Mullor García, el hecho de conocerse públicamente el nombramiento vaticano, a pesar de todo, del padre Marcial Maciel Degollado como uno de los veintiún dignatarios encargados de organizar y dirigir el Sínodo de obispos de América, que está teniendo lugar en Roma, programado del 16 de este mes al 12 de diciembre de este año, para considerar puntos de doctrina y praxis cristianas frente al próximo milenio. Nos parecería inconcebible, Santo Padre, que nuestras graves revelaciones y quejas no Os importaran absolutamente nada: porque siendo cierto que frente a la justicia de los Estados hay tiempos legales que prescriben para la manifestación de delitos cometidos [La Jornada, México, 23-04-97], es por eso precisamente ante una Iglesia perenne, a la que queremos seguir creyendo poseedora de valores permanentes como Institución, y siendo Ella directamente la principal agraviada en su cuerpo moral a través de nosotros, ante la que de nuevo insistimos en exponer privada y públicamente nuestra indignación por tanta desatención y aun por el arrogante silencio, cuando no ofensas, de representantes importantes de su jerarquía ante tan grandes abusos e injusticia. Tanto el Estado como la Iglesia deben considerar que si nuestros presentes testimonios son falsos, somos acreedores a sanciones civiles, penales y eclesiásticas. ¿Por qué, entonces, habríamos de insistir? ¿Hay, como se ha dicho hace meses, detrás de nosotros alguno o algunos grupos de poder interesados en desacreditar al padre Marcial Maciel Degollado, o, como él ha dicho, a la Iglesia a través de su persona? Bien sabemos que es éste en el padre Maciel Degollado un viejo empleo astuto de la yuxtaposición como método. Lo justo, creemos es que todo puede y debe quedar sujeto a investigación, sin acepción de personas, a menos que se trate de una discriminación positiva a favor de los más débiles y víctimas. Dos de nosotros, entonces sacerdotes en funciones, ya desde 1978 y 1989 habíamos declarado por las vías y protocolos canónicos oficiales, establecidos por las instancias vaticanas pertinentes, parte gravísima de los males que este año, ya como grupo, revelamos [cfr. Hartford Courant, Connecticut, EE.UU. de Norteamérica, domingo 23-02-97]; pero hemos parecido tan insignificantes a la jerarquía católica, Santo Padre, que, a pesar de la enorme ominosidad de los hechos dados a conocer entonces y ahora, no logramos atención ninguna ni respuesta ninguna, ni burocrática siquiera, de nuestra Madre la Iglesia. El padre Marcial Maciel Degollado, por medio de la poderosa representación de la firma de abogados Kirkland and Ellis de Chicago y Washington, D.C., por medio de su vocero religioso en Norteamérica, el padre Owen Kearns, L.C., y, luego, en carta propia suya que mencionaremos líneas abajo, falsamente pretendió desmentir nuestros testimonios como carentes de fundamento alguno. Con lo cual no solamente ha faltado otra vez más a la verdad y a la caridad cristiana, sino también al concepto y a la práctica del más elemental sentido de la justicia y de la simple hombría humana: después de haberse negado a confrontar a los periodistas que en diciembre pasado le pedían una entrevista para escuchar su versión de los hechos a investigar -muy diferente de Cristo en Gethsemaní: ("¿A quién buscáis? [...] Yo soy"...)- se pertrechó no con la Palabra de Dios, como corresponde a un servidor Suyo, sino detrás de la poderosa y costosa representación legal. Y cuando tal estrategia puramente humana le resultó vana, entonces, en la mencionada carta personal, dirigida desde Roma, el 28-02-97, a Mr. Clifford L. Teutsch, editor en jefe del Hartford Courant, después de culparnos abyectamente de insidia, falsedad y calumnia, y como si fuera la suya una acusación ligera, declaró que nos perdonaba. ¡Qué travestismo y apariencia de virtud y, en palabras del mismo Cristo, qué falsa blancura de sepulcro! Santo Padre, ¡cuando una mediana experiencia de las cosas humanas y el buen sentido declaran a voces que un hombre de Dios, con la conciencia cristiana limpia y tranquila, jamás habría obrado así! Nosotros, además de católicos, miembros de la sociedad abierta, desprotegidos durante décadas por nuestro propio silencio, y desoídos después a lo largo del tiempo por diversas instancias eclesiásticas a las que inútilmente recurrimos, para la exposición de la verdad nos vimos constreñidos a aceptar el contacto con los libres medios de comunicación, no con ánimo de escándalo sino buscando también protección, ya que, hace años, uno de nosotros, y no veladamente, había sido amenazado de muerte por el mismo Padre Marcial Maciel Degollado; y de lo cual hay testigos. Por eso, Santo Padre, por nosotros mismos, por otras víctimas aún silenciosas; por la Iglesia y por la sociedad consideramos un deber moral insistir en manifestar la verdad "opportune et importune". La actitud de la jerarquía católica Si ha habido alguna conspiración, como han dicho, mintiendo de toda falsedad, ante notario público en documentos entregados a los abogados de Kirkland and Ellis tres incondicionales ex miembros, y, ante medios de comunicación, varios miembros de la Legión de Cristo bajo instrucciones de obediencia, Santo Padre, no ha sido de parte de nosotros, que consideramos nuestra acción como un difícil y arriesgado servicio a la Iglesia y a la sociedad, sino de parte de personas mismas constituidas en autoridad dentro de la Legión de Cristo y de la misma Iglesia: se trata de una conspiración de silencio, de vergonzoso encubrimiento y de una nueva e injustísima victimización contra nosotros por parte de personas de la jerarquía católica romana, de funcionarios ya informados del Vaticano y de altos miembros de la Iglesia mexicana. Datos: después de que, en los días 14, 15, 16 y 17 de abril de este mismo año, aparecieron en el diario La Jornada más detalladas revelaciones sobre los mismos hechos tratados en la edición del diario norteamericano citado, el obispo "emérito" Genaro Alamilla, sin conocernos de nada, sin saber si decíamos la verdad o no y sin escucharnos, nos ofendió ante los medios públicos y descalificó, sin conocimiento alguno de causa, nuestros testimonios, llamándonos mentirosos y resentidos [La Jornada, 24-04-97). El mismo arzobispo de la ciudad de México, monseñor Norberto Rivera Carrera, nos difamó públicamente, como consta en la edición de La Jornada [12-05-97] al insultarnos a nosotros y al periodista Salvador Guerrero Chiprés, autor de la serie de los cuatro artículos sobre el tema, conminándolo con estas palabras: "tú nos debes platicar cuánto te pagaron..." (se hizo grabación electrónica). Siendo mexicanos casi todos los ex legionarios que hicimos las revelaciones y siendo monseñor Norberto Rivera Carrera el pastor eclesial correspondiente más inmediato a la mayor parte próxima de nosotros, jamás nos convocó para poder conocer de nosotros mismos nuestra versión completa de los hechos manifestados y cuestionarla bajo cualquier procedimiento jurídico: canónico o, si procediera, del derecho positivo correspondiente. No. Simplemente y faltando a una de sus funciones de epí-skopos o supervisor (pues si el padre Maciel Degollado no depende de él, varios de nosotros, como fieles, sí), prefirió ofendernos ante cámaras y grabadoras y tomar partido incondicional por la parte poderosa, a la que nosotros señalamos como victimaria de nuestros cuerpos y de nuestras almas, antaño, y, ahora, de nuestro nombre y prestigio de hombres de bien. Si el haber comunicado nosotros a los medios, y no a él, arzobispo de la Ciudad de México, los hechos impugnatorios fuese la razón de su desatención, podría haberlo así manifestado; pero no fue el modo sino el contenido de nuestras palabras lo que, sin investigación alguna, descalificó en todo momento. Y no nos dirigimos a él porque dicasterios eclesiásticos vaticanos superiores, directamente responsables del seguimiento de tales casos, tampoco han contestado nunca desde 1978 y 1989 a los testimonios, oficialmente protocolizados, de dos de nosotros abajo firmantes. De Vuestro anterior delegado y, luego, nuncio apostólico, monseñor Girolamo Prigione, de quien parte de la opinión eclesiástica y laica mexicana se ha expresado tantas veces negativamente en extremo [cfr., por ejemplo, El Universal, suplemento especial Bucareli Ocho, Año 1, Nº 14, 24-08-97] y de cuya ingrata memoria en México parece preferirse no hablar ya, no cabía esperar atención ninguna a la presentación de nuestra queja. Él tuvo también la oportunidad de interrogarnos en servicio Vuestro, de la verdad y de la Iglesia, y de dirigir la información recabada a la congregación romana correspondiente, pero prefirió callar y aparecer intencionalmente con el padre Marcial Maciel Degollado y el arzobispo Rivera Carrera en una notoria fotografiada de primera página periodística [La Jornada, 22-04-97] apenas días después de publicarse nuevas revelaciones en el mismo diario, indicando con esa yuxtaposición de las imágenes, sin que mediase investigación alguna, que también él descalificaba totalmente nuestras revelaciones.
http://www.pepe-rodriguez.com/Sexo_clero/Casos/Sexo_clero_M_Maciel_Leg_pedof_denuncia_Papa.htm
la pederastia es un delito,
luego quien comete delitos de pederatia es un delincuente y si tiene sotanas , UN DELINCUENTE CON SOTANAS.
Lógica pura.
Lo que faltaba por oir, lo ha dicho hoy el nuncio del papa en España (nuncio y papa con minus).
AUDIO DEL NUNCIO :
http://www.cadenaser.com/player.html?audioFile=20070718csrcsrsoc_1.Aes
Para este sujeto con sotanas, COMETER UN DELITO DE PEDERASTIA ES " TENER UN ACCIDENTE DE ESTE TIPO" , "TENER ESTE DEFECTO " Y TAMBIÉN DICE QUE INFORMAR EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOBRE LAS CONDENAS POR PEDERASTIA DE SACERDOTES ES "MALA INTENCIÓN".
ESTOY MUY PERO QUE MUY HARTA .
LA PEDERASTIA ES UN DELITO TIPIFICADO EN EL CÓDIGO PENAL , ASÍ QUE EL QUE COMETE ESTAS ABERRACIONES ES UN DELINCUENTE Y SI LLEVA SOTANAS : ES UN DELINCUENTE CON SOTANAS.
Humildemente me parece que es màs delito todavía abusar de menores ESCONDIENDOSE Y PROTEGIENDOSE CON LAS SOTANAS, Y ADEMÀS ABUSAR DE LOS MENORES MÀS INDEFENS@ S PORQUÉ ADEMÁS DE SER NIÑ@ S , SON MÁS POBRES .
ES ABSOLUTAMENTE REPUGNANTE
DECIRLE A MANUEL MONTEIRO , EL NUNCIO, QUE FUÍ BAUTIZADA CATÓLICA Y QUE ME AVERGÜENZO DE HABER PERTENECIDO A UNA IGLESIA QUE PROTEGE A PEDERASTRAS Y EN VEZ DE PEDIR PERDÓN PUBLICAMENTE Y EXPULSAR A TODOS ESOS DELINCUENTES DE LA IGLESIA , ARREMETE CONTRA LOS MEDIOS DE INFORMACIÓN QUE PUBLICAN LAS CONDENAS A LOS SACERDOTES DELINCUENTES.
AFORTUNADAMENTE CADA DÍA LA IGLESIA TIENE MÀS CRUDO SEGUIR METIENDO MIEDO.
AFORTUNADAMENTE YA NO LES SIRVE NI EL DEMONIO, NI EL INFIERNO PARA MANTENERNOS ASUSTADOS Y TENERNOS BAJO SU CONTROL.
OJALÁ CADA DÍA HAYA MÀS VALIENTES QUE SE ATREVAN A DENUNCIAR LAS VEJACIONES Y ABUSOS QUE HAN SUFRIDO, AUNQUE LOS DELINCUENTES SEAN SACERDOTES.
LA EMISORA DE LOS OBISPOS SIGUE GUARDANDO SILENCIO SOBRE LAS CONDENA A ROUCO Y OTROS SACERDOTES POR PEDERASTIA.
PERO ES LÓGICO.
LA JERARQUIA DE LA IGLESIA CATÓLICA TAMBIÉN GUARDÓ SILENCIO CUANDO HITLER Y SUS COMPLICES ASESINABAN A MÀS DE 10 MILLONES DE CIUDADAN@ S JUDIOS , REPUBLICANOS, MUSULMANES, GITANOS, ETC..
LA JERARQUIA DE LA IGLESIA TAMBIÉN GUARDÓ SILENCIO Y PASEÓ BAJO PALIO AL GENOCIDA FRANCISCO FRANCO Y A PINOCHET Y A VIDELA.
AFORTUNADAMENTE CON LA IGLESIA YA NO VAMOS A "TOPAR"
AFORTUNADAMENTE LA IGLESIA YA NO TIENE LA SANTA INQUISICIÓN AUNQUE BIEN QUE LO INTENTA, COMO EJEMPLO SU EMISORA DE RADIO DESDE LA QUE SE PPERSIGUE , SE INSULTA, SE MIENTE , SE MANIPULA CONTRA TODO EL QUE NO SIGUE AL PIE DE LA LETRA LO QUE LA JERARQUIA DE LA IGLESIA QUIERE IMPONER.
MIENTRAS QUE PROTEGE Y SILENCIA A LOS DELINCUENTES CON SOTANAS.
NORMAL QUE SEGÚN EL CIS , LA IGLESIA ES LA INSTITUCIÓN PEOR VALORADA POR L@ S ESPAÑOL@ S , LAS IGLESIAS ESTÁN CASI VACIAS Y LOS SEMINARIOS SE TIENEN QUE CERRAR POR FALTA DE VOCACIONES.
I N D I G N A D A E S T O Y !!!
DESDE LA EMISORA DE LOS OBISPOS SE DEDICAN A HACER ASPAVIENTOS POR UN ANUNCIO PUBLICITARIO, Y DICEN QUE ESE ANUNCIO ES UNA OFENSA A L@ S CATÓLIC@ S.
QUE CÍNICOS Y QUE MENTIROSOS Y QUE OPORTUNISTAS LOS ENERGÚMENOS QUE PAGA LA IGLESIA !
LO QUE VERDADERAMENTE OFENDE Y ATENTA CONTRA TODOS L@ S CATÓLIC@ S ES EL SILENCIO COMPLICE DE LOS DELITOS DE PEDERASTIA COMETIDOS POR SACERDOTES , DEL SILENCIO A LA CONDENA DE ROUCO POR EL MISMO MOTIVO, Y QUE LOS DELINCUENTES CON SOTANAS NO SEAN EXPULSADOS DE LA IGLESIA.
El nuncio acusa a los medios de ensañarse con los abusos sexuales de curas
Manuel Monteiro cree que el trato es "discriminatorio"
El nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, calificó hoy de "discriminatorio" el trato que la Iglesia católica recibe por parte de los medios de
comunicación, al ser preguntado por los casos de pederastia en la Archidiócesis de Los Angeles.
"En otras entidades una persona que ha tenido un accidente, que ha tenido ese defecto, se procura corregir. El obispo lo lleva, por otra parte, procurando ayudarle sin echarlo, y se hace una página entera, eso se llama discriminación", dijo Monteiro en Aranjuez (Madrid).El nuncio del Vaticano se refirió a estadísticas realizadas por organismos internacionales, según los cuales los casos de abusos sexuales en los que están implicados sacerdotes se sitúan en último lugar.Puntualizó que la mayoría de casos de abusos sexuales se producen, en primer lugar, "en la familia, en segundo en otras agencias y en último lugar con los sacerdotes".Sin embargo, reiteró, los casos de abusos sexuales en los que están implicados sacerdotes, "en ciertos medios de comunicación aparecen todos los días en primera página", incluso "casos que se han dado hace 30 o 40 años"."Uno puede preguntarse por qué la Iglesia debe de pagar y las otras entidades no deben de pagar", dijo Monteiro, quien añadió que "por más que uno quiera ser bueno, es discriminación. Uno va a encontrar los mismos casos casi todos los días, ahí se ve mala intención, digan lo que quieran".El nuncio apostólico en España realizó estas declaraciones en los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos de Aranjuez, donde participó en un curso para analizar la relación entre la inmigración y la Iglesia católica.
http://www.cadenaser.com/articulo/sociedad/nuncio/acusa/medios/ensanarse/abusos/
sexuales/curas/csrcsrpor/20070718csrcsrsoc_1/Tes/
El lider espiritual de acebes,el fundador de los legionarios de cristo, es el próximo sacerdote pederastra de la iglesia que va a ir a juicio por abusos sexuales.
EL VATICANO HA INTENTADO OCULTAR TODOS LOS CASOS DE PEDERASTIA DENTRO DE LA IGLESIA Y LAS VICTIMAS DE MACIEL TUVIERON QUE RECURRIR A LA CARTA ABIERTA A JUAN PABLO II
Carta abierta enviada al papa Juan Pablo II, en noviembre de 1997, por ocho ex miembros de los Legionarios de Cristo que acusan a su fundador, Marcial Maciel, de haber abusado sexualmente de ellos cuando eran adolescentes
A SU SANTIDAD JUAN PABLO II
Autor de la Carta Encíclica Veritatis Splendor. Ciudad del Vaticano Santo Padre, Es con voz de la Biblia y apoyados en el espíritu de la tradición cristiana como solamente deberíamos dirigirnos a Vos, para pedir justicia y que, como reza el título de Vuestra Carta Encíclica Homónima, el esplendor de la verdad se manifieste más allá de todo cálculo de interés humano. Acudimos a Vos recordando que el Concilio Menor de Sárdica, inmediato al Concilio Primero de Nicea, autoriza a cualquier cristiano para apelar directamente al Papa. Nos acercamos, pues, sin temor de no llegar a ser reconocidos u oídos, no obstante las cerradas barreras con que a veces el mismo Vicario de Cristo se ve cercado cuando es un grupo menor, sin poder político, económico, social o eclesiástico, el que intenta hacerse escuchar por encima de fuerzas establecidas de la naturaleza mencionada. El motivo de esta carta Quienes ahora Os escribimos somos varios hombres cristianos, doblemente víctimas en dos claras épocas de nuestra vida: primero durante nuestra adolescencia y juventud y, luego, en nuestra madurez, por parte de un sacerdote y religioso muy allegado a Vos, que repetidamente abusó, antaño, sexualmente y de otras maneras de nosotros, indefensos, lejos de nuestros padres o tutores, en países diversos y lejanos del nuestro, y que, al haber revelado nosotros la triste verdad de nuestra historia a dos periodistas norteamericanos de buena fe, el año pasado, y, habiendo él sabido por ellos nuestros nombres a través de abogados suyos (sin haber nosotros incoado demanda legal alguna), acudió o dio instrucciones para que antiguos compañeros nuestros, actualmente fuera de la congregación, de la que el sacerdote ofensor es fundador y todavía actual superior general, dieran falso testimonio contra nosotros diciendo, ante notario público, que, tiempo atrás, los habíamos instado a formar una conspiración contra él, y, a través de él, contra la Iglesia, para acusarlo faltando y haciéndolos faltar a la verdad. Tales personas, Santo Padre, laboran para la institución llamada Legión de Cristo, o han laborado cerca de ella, y jamás habíamos imaginado siquiera que pudieran tener el valor de manifestar la verdad; pero con ellas nunca habíamos tenido razón alguna de conflicto, desde que juntos cantábamos "... congregavit nos in unum Christi amor...". Somos un pequeño grupo de ex miembros de la Legión de Cristo los que, con pleno derecho, y ahora aún más en legítima defensa, nos decidimos a declarar la terrible y dolorosa verdad del oscuro mal oculto, casi desde la fundación de su institución, durante más de cuatro décadas, acerca de la encubierta conducta inmoral del mismo fundador y superior general de la Legión de Cristo, el Padre Marcial Maciel Degollado, en quien penosamente de alguna manera aún creíamos antes de descubrir que el caso de nuestro abuso particular no era aislado ni único, sino muy general, y que había sido envuelto en palabras engañosas, que nuestra poca edad entonces y la devoción y obediencia ciega que estábamos obligados a tenerle como padre y superior nos hicieron creer. ¿Por qué ahora? Nosotros, aun fuera ya de la institución, no habíamos podido superar psicológicamente una dolorosa prudencia y discreción autoimpuesta durante largos años. Pero, Santo Padre, fue precisamente la carta de apoyo y felicitación de V. S. dirigida al Padre Marcial Maciel Degollado, publicada el día 5 de diciembre de 1994 en los siete diarios más influyentes de la Ciudad de México, avalada por Vuestra propia firma y por la reproducción muy visible del mismo escudo de armas pontificio, en la cual V. S. encomiaba al Padre como "guía eficaz de la juventud" y como quien "ha querido poner a Cristo (...) como criterio, centro y modelo de toda su vida y labor sacerdotal...", la que nos movió a romper, finalmente, el pesado silencio y revelar la penosa verdad; pues nos indignó que un Vicario más de Cristo a lo largo de varias décadas pudiera seguir estando a tan grave extremo engañado. Y ahora nos ha movido a dirigiros esta carta abierta y también privadamente por medio de Vuestro nuevo nuncio en México, monseñor Justo Mullor García, el hecho de conocerse públicamente el nombramiento vaticano, a pesar de todo, del padre Marcial Maciel Degollado como uno de los veintiún dignatarios encargados de organizar y dirigir el Sínodo de obispos de América, que está teniendo lugar en Roma, programado del 16 de este mes al 12 de diciembre de este año, para considerar puntos de doctrina y praxis cristianas frente al próximo milenio. Nos parecería inconcebible, Santo Padre, que nuestras graves revelaciones y quejas no Os importaran absolutamente nada: porque siendo cierto que frente a la justicia de los Estados hay tiempos legales que prescriben para la manifestación de delitos cometidos [La Jornada, México, 23-04-97], es por eso precisamente ante una Iglesia perenne, a la que queremos seguir creyendo poseedora de valores permanentes como Institución, y siendo Ella directamente la principal agraviada en su cuerpo moral a través de nosotros, ante la que de nuevo insistimos en exponer privada y públicamente nuestra indignación por tanta desatención y aun por el arrogante silencio, cuando no ofensas, de representantes importantes de su jerarquía ante tan grandes abusos e injusticia. Tanto el Estado como la Iglesia deben considerar que si nuestros presentes testimonios son falsos, somos acreedores a sanciones civiles, penales y eclesiásticas. ¿Por qué, entonces, habríamos de insistir? ¿Hay, como se ha dicho hace meses, detrás de nosotros alguno o algunos grupos de poder interesados en desacreditar al padre Marcial Maciel Degollado, o, como él ha dicho, a la Iglesia a través de su persona? Bien sabemos que es éste en el padre Maciel Degollado un viejo empleo astuto de la yuxtaposición como método. Lo justo, creemos es que todo puede y debe quedar sujeto a investigación, sin acepción de personas, a menos que se trate de una discriminación positiva a favor de los más débiles y víctimas. Dos de nosotros, entonces sacerdotes en funciones, ya desde 1978 y 1989 habíamos declarado por las vías y protocolos canónicos oficiales, establecidos por las instancias vaticanas pertinentes, parte gravísima de los males que este año, ya como grupo, revelamos [cfr. Hartford Courant, Connecticut, EE.UU. de Norteamérica, domingo 23-02-97]; pero hemos parecido tan insignificantes a la jerarquía católica, Santo Padre, que, a pesar de la enorme ominosidad de los hechos dados a conocer entonces y ahora, no logramos atención ninguna ni respuesta ninguna, ni burocrática siquiera, de nuestra Madre la Iglesia. El padre Marcial Maciel Degollado, por medio de la poderosa representación de la firma de abogados Kirkland and Ellis de Chicago y Washington, D.C., por medio de su vocero religioso en Norteamérica, el padre Owen Kearns, L.C., y, luego, en carta propia suya que mencionaremos líneas abajo, falsamente pretendió desmentir nuestros testimonios como carentes de fundamento alguno. Con lo cual no solamente ha faltado otra vez más a la verdad y a la caridad cristiana, sino también al concepto y a la práctica del más elemental sentido de la justicia y de la simple hombría humana: después de haberse negado a confrontar a los periodistas que en diciembre pasado le pedían una entrevista para escuchar su versión de los hechos a investigar -muy diferente de Cristo en Gethsemaní: ("¿A quién buscáis? [...] Yo soy"...)- se pertrechó no con la Palabra de Dios, como corresponde a un servidor Suyo, sino detrás de la poderosa y costosa representación legal. Y cuando tal estrategia puramente humana le resultó vana, entonces, en la mencionada carta personal, dirigida desde Roma, el 28-02-97, a Mr. Clifford L. Teutsch, editor en jefe del Hartford Courant, después de culparnos abyectamente de insidia, falsedad y calumnia, y como si fuera la suya una acusación ligera, declaró que nos perdonaba. ¡Qué travestismo y apariencia de virtud y, en palabras del mismo Cristo, qué falsa blancura de sepulcro! Santo Padre, ¡cuando una mediana experiencia de las cosas humanas y el buen sentido declaran a voces que un hombre de Dios, con la conciencia cristiana limpia y tranquila, jamás habría obrado así! Nosotros, además de católicos, miembros de la sociedad abierta, desprotegidos durante décadas por nuestro propio silencio, y desoídos después a lo largo del tiempo por diversas instancias eclesiásticas a las que inútilmente recurrimos, para la exposición de la verdad nos vimos constreñidos a aceptar el contacto con los libres medios de comunicación, no con ánimo de escándalo sino buscando también protección, ya que, hace años, uno de nosotros, y no veladamente, había sido amenazado de muerte por el mismo Padre Marcial Maciel Degollado; y de lo cual hay testigos. Por eso, Santo Padre, por nosotros mismos, por otras víctimas aún silenciosas; por la Iglesia y por la sociedad consideramos un deber moral insistir en manifestar la verdad "opportune et importune". La actitud de la jerarquía católica Si ha habido alguna conspiración, como han dicho, mintiendo de toda falsedad, ante notario público en documentos entregados a los abogados de Kirkland and Ellis tres incondicionales ex miembros, y, ante medios de comunicación, varios miembros de la Legión de Cristo bajo instrucciones de obediencia, Santo Padre, no ha sido de parte de nosotros, que consideramos nuestra acción como un difícil y arriesgado servicio a la Iglesia y a la sociedad, sino de parte de personas mismas constituidas en autoridad dentro de la Legión de Cristo y de la misma Iglesia: se trata de una conspiración de silencio, de vergonzoso encubrimiento y de una nueva e injustísima victimización contra nosotros por parte de personas de la jerarquía católica romana, de funcionarios ya informados del Vaticano y de altos miembros de la Iglesia mexicana. Datos: después de que, en los días 14, 15, 16 y 17 de abril de este mismo año, aparecieron en el diario La Jornada más detalladas revelaciones sobre los mismos hechos tratados en la edición del diario norteamericano citado, el obispo "emérito" Genaro Alamilla, sin conocernos de nada, sin saber si decíamos la verdad o no y sin escucharnos, nos ofendió ante los medios públicos y descalificó, sin conocimiento alguno de causa, nuestros testimonios, llamándonos mentirosos y resentidos [La Jornada, 24-04-97). El mismo arzobispo de la ciudad de México, monseñor Norberto Rivera Carrera, nos difamó públicamente, como consta en la edición de La Jornada [12-05-97] al insultarnos a nosotros y al periodista Salvador Guerrero Chiprés, autor de la serie de los cuatro artículos sobre el tema, conminándolo con estas palabras: "tú nos debes platicar cuánto te pagaron..." (se hizo grabación electrónica). Siendo mexicanos casi todos los ex legionarios que hicimos las revelaciones y siendo monseñor Norberto Rivera Carrera el pastor eclesial correspondiente más inmediato a la mayor parte próxima de nosotros, jamás nos convocó para poder conocer de nosotros mismos nuestra versión completa de los hechos manifestados y cuestionarla bajo cualquier procedimiento jurídico: canónico o, si procediera, del derecho positivo correspondiente. No. Simplemente y faltando a una de sus funciones de epí-skopos o supervisor (pues si el padre Maciel Degollado no depende de él, varios de nosotros, como fieles, sí), prefirió ofendernos ante cámaras y grabadoras y tomar partido incondicional por la parte poderosa, a la que nosotros señalamos como victimaria de nuestros cuerpos y de nuestras almas, antaño, y, ahora, de nuestro nombre y prestigio de hombres de bien. Si el haber comunicado nosotros a los medios, y no a él, arzobispo de la Ciudad de México, los hechos impugnatorios fuese la razón de su desatención, podría haberlo así manifestado; pero no fue el modo sino el contenido de nuestras palabras lo que, sin investigación alguna, descalificó en todo momento. Y no nos dirigimos a él porque dicasterios eclesiásticos vaticanos superiores, directamente responsables del seguimiento de tales casos, tampoco han contestado nunca desde 1978 y 1989 a los testimonios, oficialmente protocolizados, de dos de nosotros abajo firmantes. De Vuestro anterior delegado y, luego, nuncio apostólico, monseñor Girolamo Prigione, de quien parte de la opinión eclesiástica y laica mexicana se ha expresado tantas veces negativamente en extremo [cfr., por ejemplo, El Universal, suplemento especial Bucareli Ocho, Año 1, Nº 14, 24-08-97] y de cuya ingrata memoria en México parece preferirse no hablar ya, no cabía esperar atención ninguna a la presentación de nuestra queja. Él tuvo también la oportunidad de interrogarnos en servicio Vuestro, de la verdad y de la Iglesia, y de dirigir la información recabada a la congregación romana correspondiente, pero prefirió callar y aparecer intencionalmente con el padre Marcial Maciel Degollado y el arzobispo Rivera Carrera en una notoria fotografiada de primera página periodística [La Jornada, 22-04-97] apenas días después de publicarse nuevas revelaciones en el mismo diario, indicando con esa yuxtaposición de las imágenes, sin que mediase investigación alguna, que también él descalificaba totalmente nuestras revelaciones.
http://www.pepe-rodriguez.com/Sexo_clero/Casos/Sexo_clero_M_Maciel_Leg_pedof_denuncia_Papa.htm
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