domingo, febrero 08, 2009

LA EXCOMUNIÒN DEL MANDRIL



Los días del mandril aullador de la COPE, Federico Jiménez Losantos, ya están contados.En junio no renovará contrato y será enviado a los infiernos, desde donde se liará a palos con la Conferencia Episcopal, que ofrecerá su sillón (púlpito o columpio) a la actual presentadora de la tarde de la COPE, Cristina López Schlichting, en pos de una pronta pacificación de la cadena episcopal con el PP, el Gobierno, los medios de comunicación y todas las personas e instituciones que han sido atacadas, insultadas y descalificadas por este personaje demencial.
Un enloquecido sobre el que habrá oído numerosas quejas, a su paso, por Madrid, el cardenal Tarsizio Bertone, el secretario de Estado del Vaticano, a quien le habrán atronado los oídos por todo lo que ocurre en la radio de la Conferencia Episcopal a su paso por los palacios de Moncloa, Zarzuela y la propia embajada del Vaticano en Madrid, donde Bertone se entrevistó con el presidente del PP, Rajoy, al que el mandril llamó ayer "ovárico", con la misma soltura que meses atrás calificó al nuncio del Papa de "masón".
Los días del mandril Losantos están contados, pero antes de que se acaben vamos a asistir a una nueva querella contra él, y puede que contra la COPE, del Partido Socialista. Y más concretamente del vicesecretario general del PSOE, José Blanco, cansados como están ya en este partido de los insultos y maledicencias de todo orden. Las que, en un principio, tanto gustaban en el palacio de la Moncloa porque: vestían al PP con el manto de la extrema derecha y la conspiración del 11-M; y alimentaban la crisis interna en este partido, por los demenciales ataques de la COPE a Rajoy y Gallardón, en beneficio de Esperanza Aguirre.
La misma Aguirre que muy pronto perderá el apoyo radiofónico nacional de su amigo e ideólogo "liberal". Otro fracaso que suma en su mala racha la presidenta madrileña, a la que le crecen los enanos, entre el repudio de su partido y las enormes sospechas de espionaje y de corrupción que arrecian sobre el núcleo duro de su Gobierno, diga lo que diga.
El PSOE ya no necesita de la extrema derecha y ahora considera que ese discurso de la COPE es desestabilizador de instituciones y cuerpo social. Lo que les permite un intercambio de quejas con el Vaticano, donde están ya cansados del cúmulo de denuncias y también de condenas en tribunales que está acumulando la emisora y el citado insultador. Y suponemos que habrá podido comprobar el cardenal Bertone, en Madrid, que la queja es unánime en la derecha y la izquierda, y nada tiene que ver con la libertad de expresión sino con la de insultar, manipular y hacer negocios privados, que es lo que ha hecho el mandril Losantos. Ahí están, como ejemplo, sus concesiones de televisión digital en Madrid, entre otras muchas dádivas de Aguirre al personaje que no cesa de agredir a sus compañeros de partido.
En realidad, no había que esperar a Bertone, ni a que el cardenal Cañizares llegara a Roma a ocupar sus nuevas funciones en el Gobierno vaticano, para adivinar que el mandril está en las últimas. El primero en darle una patada en el trasero ha sido Pedro J. Ramírez, quien le ha quitado a Federico la que era su columna diaria en página 4 de El Mundo, para aparcarlo en la página 18 tres días a la semana, uno de ellos para poner pies de fotos como Ansón los sábados.
Y que nadie se llame a engaño. La caída del mandril supone el gran fracaso del cardenal Rouco Varela, quien ha sido su valedor y protector todos estos años a pesar de que sus discursos mañaneros iban en contra de la caridad, la verdad, la moralidad y las más elementales formas de la cortesía y la buena educación, y siempre al servicio de oscuros intereses políticos: como los de la presidenta Aguirre, otra que quedará bonita una vez que se consume esta "excomunión" radiofónica.
No es que Bertone haya venido a Madrid para quemar en la hoguera de la Santa Inquisición al insultador de la COPE, que es lo que dirá el mandril en cuanto lo cesen, vociferando en arameo desde el pescante de uno de esos autobuses donde se proclama "Dios no existe". No, lo del mandril ya estaba cantado. Bertone, a pesar de la obsequiosa acogida del Gobierno, ha venido a leerle la cartilla a Zapatero y, de paso y de manera inevitable, a escuchar de viva voz a las víctimas del bicho copero, y a echar unos responsos por la salvación de su alma, aunque no faltará quien relacione esta visita con la ya anunciada caída del gran insultador
.
http://www.estrelladigital.es/ED/diario/84869.asp