LA COPE UN MEDIO DE CRISPACIÓN
La radio de los obisppos en realidad es un puesto de comida basura para carroñeros. Los oyentes de esa emisora :incultos, viejos (no importa la edad cronologica que tengan), resentidos, estreñidos y calvos (sobre todo anuncian laxantes y crecepelos)...
La COPE echa humo
Ni nubes de incienso y coros celestiales; ni música de órgano y olor a cera; ni fru-fru de sotanas y luz de cirios..., nada puede disimular el sesgo político social que trata de esconderse tras los micrófonos de la Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE). La caridad cristiana, la mansedumbre, el amor al prójimo predicados por los textos que la jerarquía católica pretende como suyos, se cortan bruscamente a la puerta de los estudios de una emisora de radio que destila gotas de revanchismo mezcladas con integrismo católico, agresivo nacionalismo español y rancio conservadurismo.La COPE es propiedad (50 % de las acciones) de la Conferencia Episcopal Española -presidida por el cardenal Rouco Varela que además es arzobispo de Madrid y conocido por sus posiciones ideológicas ultra conservadoras-, y en su accionariado se dan la mano los Padres Dominicos, los Padres Jesuitas, el Diario de Navarra (5%), La Caja de Ahorros de Córdoba -que sienta en el Consejo de Administración de la COPE al famoso cura Castillejos, enfrentado desde su sillón de la Caja con el Gobierno del socialista Manuel Chaves y con prácticas financieras como poco curiosas-, el Grupo Correo (Vocento), 5%; la ONCE (2%) y el Grupo Planeta (10%). Este último grupo, presidido por José Manuel Lara, mantiene intereses en medios como La Razón, Antena 3 TV y Onda Cero Radio, aparte de encontrarse muy próximo al Partido Popular-.
La COPE, ese entramado de intereses de la derecha española más dura, está presidido por Bernardo Herraez, próximo -dicen-, a su jubilación y su consejero delegado es Rafael Pérez del Puerto. Ellos son los responsables -ante Dios y ante la Historia-, de una cadena de radio que cuenta con casi doscientos postes emisores y con una audiencia estimada en cerca de dos millones de oyentes diarios que la sitúan en la tercera plaza del ranking radiofónico tras la cadena SER del Grupo Prisa (Jesús Polanco) y Onda Cero Radio (del Grupo Planeta-De Agostini de José Manuel Lara).
En el ideario de la COPE se resalta su voluntad de "difundir la doctrina y actividades de la Iglesia católica" y la de "orientar a la Opinión pública con criterios cristianos", amen de que "el acento cristiano debe impregnar toda la programación". O sea, que no engañan a nadie, a nadie con un mínimo de criterio y que sepa extraer las contradicciones que existen entre lo que emite por sus antenas y el anteriormente citado ideario. Porque, que yo sepa, dentro de los criterios derivados de una concepción cristiana de la vida no hay sitio para el insulto, la vejación, la manipulación y tergiversación de los hechos y la llamada a recobrar para España valores perdidos, quizás los que sostuvieron firmemente al franquismo durante cuarenta años. Apuntalada por una ideología que podría situarse en los aledaños de la extrema derecha más conservadora, la programación de la COPE defiende 'a hisopazos' los planteamientos más reaccionarios del Partido Popular; carga con inusitada dureza contra la oposición socialista; injuria directamente a los nacionalismos, especialmente al vasco y ataca a lo que certifican como disidencia interna del PP encarnada, por ejemplo, en Alberto Ruiz Gallardón. Hasta tal punto llegan las cosas que a la facción más moderada del pp. -si es que existe alguna moderación en ese partido- la llaman 'maricomplejines'.La orquesta del insulto y la manipulación la dirige el turolense Federico Jiménez Losantos (Villanueva de Tremedal 1951) un ex comunista, ex candidato por el PSA a elecciones catalanas ("para defender los derechos de los inmigrantes españoles", dijo..., españoles, claro, porque a los otros, a los de las pateras, les sacude día sí día también al mejor estilo racista y xenófobo que resucita otra vez en Europa) y que firmó el llamado 'Manifiesto de los 2300' para la igualdad lingüística en Catalunya y que le costó un tiro en la pierna de los independentistas de Terra Lliure y su marcha definitiva a Madrid.
Desde entonces 'el talibán de las ondas', como se le conoce en Madrid, ha extremado hasta el delirio sus posiciones políticas bajo el amparo y el impulso de la jerarquía católica española, subida ya sin disimulo en el caballo desbocado de la agitación política y social en contra del nuevo gobierno socialista. Losantos, que se ha hecho con el poder dentro de la COPE bajo la benevolente mirada episcopal, pide mano dura, muy dura y sin complejos, contra todos.
En realidad parece un golpista armado con un micro que exige a gritos que se emprenda la senda del enfrentamiento social con aquellos que no rezan con sus presupuestos: nacionalistas, progresistas, divorcistas, homosexuales, investigadores..., en fin de todo aquello que escapa de la galaxia de la derecha más rancia, dura y anquilosada que existe.
Y Rouco Varela anima el desatino con violentas proclamas en contra de la tímida reforma laica del estado que pretende Rodríguez Zapatero. Si con lo de la financiación de la Iglesia Católica ya puso el archi-mega-hiper-cardenal el grito en el cielo (¿dónde si no?), con el asunto de la asignatura de la religión en la escuela y, sobre todo, con el de los matrimonios entre personas del mismo sexo, la cosa ha alcanzado cotas de santa indignación.Eso sin contar con la anunciada revisión de su financiación privilegiada, de su exención de impuestos y de las subvenciones que recibe vía educación, patrimonio o restauración artística. Eso ya tiene de los nervios a la cúpula católica española..., y romana. La cosa es que el rebaño está en franca desbandada y la Iglesia oficial reacciona como siempre lo ha hecho: amenazas, chantaje emocional, extorsión e influencias. Y la COPE está que echa humo por sus antenas y no precisamente de incienso.
Aparte de lo escrito, a los rectores de la COPE se le abren otros frentes no menos importantes como el de su enfermiza obsesión por relacionar a ETA con el terrorismo de Al Queda y con el atentado de Madrid del pasado 11-M. y el de demostrar que el PSOE, junto con los servicios secretos marroquíes y franceses urdieron la trama que acabó por echar del Gobierno a los populares. Además, día sí dia también, salen en defensa cerrada del discurso político de José María Aznar de quien Jiménez Losantos dice que es el mejor político que ha dado España en toda la historia. El 'taliban' escupe rabia y odio no solo por los micrófonos de la COPE sino también a través de una página Web suya llamada Libertaddigital.com, en la que ha arracimado a lo más granado del insultómetro tertuliano más casposo y reaccionario..., por cierto esa página de Internet ha sido motivo de polémica estos días ya que tiene la intención de ampliar su capital por un valor de 480.000 euros, pero esconde que los nuevos accionistas no tendrían poder de decisión alguna en la empresa y además pagarían 110 veces más que los antiguos por las acciones... Esta denuncia aparecida en otra página Web de corte ultracatólico (Hispanidad.com, dirigida por Eulogio López y que tiene como asesor editorial a Francisco Anson, hermano de Luis María y conocido por escribir obras con títulos tan sugerentes como: Los Misterios de la Virgen de Guadalupe; el Milagro de Calanda; Dicen que ha resucitado o La sábana Santa) viene a probar que la prensa digital de obediencia vaticanista anda a cristazos entre ellos.
A esta juerga cibernética de agua bendita se ha sumado el director de otra publicación digital. Se trata de Fernando Berlín, director de Radiocable.com que denuncia un reposicionamiento ideológico de algunas páginas hacia la más reaccionaria derecha y la ya conocida posición de Juan Luis Cebrian, consejero delegado del Grupo Prisa despreciando públicamente a la prensa digital. Pues ahí, en medio de este maremagnum se encuentra la Conferencia Episcopal que ha prestado sus antenas a un segmento político muy peligroso y no por lo que piense sino por lo que pretende: dividir y enfrentar a la sociedad desde posiciones cercanas al fanatismo como lo hicieron hace casi setenta años con las consecuencias ya conocidas. No parece que la COPE vaya a variar su actual orientación. Los últimos acontecimientos, tanto en las intenciones del PSOE gobernante en cuanto a las relaciones entre el estado y la Iglesia; la prometida legislación en torno a cuestiones de corte social a lo que hay que añadir el progresivo despego -encuestas dixit-, de la sociedad hacia cuestiones de índole religiosa hacen que la Iglesia Oficial se encierre cada vez más en sí misma incapaz de no ya de adaptarse a los cambios que ya están aquí sino de atender las necesidades de sus cada vez menos fieles. Las amenazas se derraman sobre la grey desde los púlpitos y el vocinglerío satura las ondas radiofónicas. La COPE echa humo. http://www.nodo50.org/unidadcivicaporlarepublica/laicismo/cope%20humo.htm
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